El aprendizaje cooperativo en la escuela infantil es muy importante para el desarrollo integral de los pequeños alumnos. Gracias a él, los niños construyen su propio aprendizaje y se enriquecen a través de la cooperación con sus compañeros. Mediante grupos de trabajo, aprenden, enseñan y se ayudan entre ellos. Este tipo de aprendizaje fomenta la autonomía y la integración entre alumnos de distintas culturas.
La educación es mucho más que la acumulación de conocimientos y la consecución de objetivos de manera individual. El nuevo enfoque se centra en el trabajo en equipo y en la colaboración entre los alumnos. La educación actual va encaminada a fomentar la creatividad, desarrollar habilidades sociales, estimular el pensamiento…, con el propósito de favorecer y potenciar en los niños su desarrollo en todos los niveles y no solo en conocimientos.
El aprendizaje cooperativo ocupa un lugar destacado en El Mundo de Mozart. Una clase que sigue este método, promueve la participación de todos los niños y evita actitudes discriminatorios en los pequeños. El trabajo conjunto que realizan a través de las distintas actividades, busca resultados beneficiosos tanto de manera individual como colectiva.
Beneficios del aprendizaje cooperativo en la escuela infantil
- Fomenta la igualdad y la participación: todos aprenden de todos, comparten sus conocimientos, se apoyan mutuamente, fomentándose así el compañerismo.
- Desarrolla la independencia: aunque el profesor guía y supervisa la actividad, son los alumnos los que intentan resolver las dudas entre ellos.
- Potencia las habilidades sociales: los niños aprenden a escuchar a los compañeros, a dialogar con ellos, a crear acuerdos, a trabajar en equipo…
- Fomenta la solidaridad y la empatía: este tipo de aprendizaje ayuda a desarrollar una actitud empática y solidaria en los niños. Aprenden a ponerse en el lugar del compañero y a colaborar entre ellos.
- Fomenta la autonomía: los alumnos son responsables de una parte del proyecto y con ella contribuyen a alcanzar un objetivo común.
El aprendizaje cooperativo en la escuela infantil no sólo contribuye de manera positiva en el día a día de los niños, sino que les prepara para los futuros retos personales y profesionales que les esperan.